Querida Abby, Escucho tus llantos desde mi habitación y debo contener el impulso de acudir a reconfortarte. En esta ocasión, debo permitirte encontrar por ti misma la forma de conciliar el sueño. Durante la última hora estuve allí para reconfortarte. Te envolví en mis brazos y te quedaste dormida con tu rostro cerca del mio, […]
A Biophysicist, Ceramist and Author Living in California.
Back To Top